Esa planta tiene las mismas características que el SIDA y si no es así, va en camino de ello.

Son parecidos en el sentido en que han sido creados por el hombre y luego de esa torpeza ya es imposible de parar, en un caso, erradicar en el otro.

En qué clase locura nos han metido o nos han hecho creer que nos han metido.

El canciller de Uruguay afirma que no es posible desmantelar la plata de pastera que tanto conflicto está generando entre los países de Uruguay y Argentina.

El asunto ahora es que: si es impracticable desmantelar Botnia, según palabras del canciller, ¿para qué se realizan las acciones de monitores? ¿qué pasa si resulta que sí hay contaminación? Si no se puede desmantelar, ¿para qué es esa farsa?

Lo que creo es que son declaraciones descabelladas.

En principio estoy de acuerdo en algo: no se puede volver el tiempo atrás, lo que haya ocurrido por contaminación ya se inició y ningún corte de puente puede va a evitarlo.

Pero lo que sí se puede es pensar en el futuro, entre otras cosas en el mensaje.

Es como decirle al mundo: la plata puede hacer cualquier cosa, incluso matar personas por contaminación y nadie puede detener ni desmantelar esa decisión.

El monitoreo conjunto ahora queda como una cortina de humo para tranquilizar a algunos y tratar de evitar el perjuicio económico que está resultando por los cortes del puente.

Los llamados asambleístas de Gualeguaychú son como Pepe Grillo, con el mismo resultado: pinocho no escucha ni le hace caso. Pero ese cuento no terminará con final feliz.

Mientras, los cómplices del gobierno Argentino, la zorra y el lobo, soplan la oreja de los que resisten para que depongan su actitud, bajo premisas falsas: el monitoreo, que ahora, frente a las declaraciones del canciller ya se sabe inútiles.